La semana pasada se celebró en Madrid ARCO 2015, la feria de arte contemporáneo más importante de nuestro país.
Multitud de obras de arte son expuestas en los stands, correspondientes a cada galería.
Nos ha llamado la atención como la iluminación de las obras expuestas es encomendada a a fuentes de luz y luminarias obsoletas, en contraste absoluto con la vanguardia artística expuesta. Las palas con brazo y lámparas de cuarzo de 200w y 300w, hace ya años que no se ven por el mundo, sin embargo aquí se utilizan de manera generalizada.
Cabe destacar su elevadísimo consumo, el dañino calor que aportan al ambiente y a las obras, la iluminación plana y sin matices, etc.
De todos los stands expositores, únicamente uno de ellos ha estimado la necesidad de mejorar lo que la gestora de IFEMA aporta. Hacemos hincapié porque es el único que, desde nuestro humilde punto de vista, entiende la importancia de la luz sobre el arte y le añade el valor y respeto que merece.
Hagamos lo posible para mejorar esos detalles. La repercusión mediática de estos eventos, de relevancia internacional, hace que nuestra imagen esté en juego.